Con más de 3.000 visitantes diarios, el Mercado Sauces 9 no solo es uno de los centros de abasto más concurridos de Guayaquil, sino que ahora se proyecta como referente gastronómico con valor turístico en la Costa. Este emblemático espacio, reconocido por su variada oferta de comidas típicas como los ceviches de mariscos, avanza hacia su declaratoria como “Mercado Gastronómico Turístico”, impulsada por el Municipio de Guayaquil.
Para lograr este reconocimiento, las direcciones de Turismo y Eventos Especiales, Ambiente y Mercados trabajan coordinadamente en un plan de transformación integral. Una de las primeras acciones fue capacitar a 65 comerciantes en atención al cliente, manipulación segura de alimentos y control de calidad, elevando el estándar del servicio para convertir la visita al mercado en una experiencia memorable.
“Esta es una declaratoria que se trabaja en conjunto con el Ministerio de Turismo. Este es un mercado que presta todas las facilidades y condiciones para cumplir con lo solicitado para ser declarado ‘Mercado Gastronómico Turístico’. Lo que va a lograr que los comerciantes de gastronomía y abastos tengan mayores beneficios. Este es un pedido del Alcalde para que ahora en julio se pueda finiquitar y anunciarlo”, afirmó Tahiz Panus, directora de Turismo del Municipio.
Además, las autoridades recorrieron el mercado para verificar las adecuaciones en marcha: mejora de señalización, pintura general y una nueva sectorización que facilite el recorrido de los visitantes y potencie la experiencia del consumidor.
El componente ambiental también es parte clave de este proceso. Se implementarán capacitaciones en reciclaje y separación de residuos, fomentando prácticas sostenibles directamente en los puestos de trabajo y fortaleciendo una cultura de responsabilidad ambiental.
“Me parece muy buena decisión del Alcalde. Que nos capaciten, nos convierte en un ejemplo. Necesitamos dar una buena atención a los clientes y ahora lo haremos mejor”, comentó Gustavo Machuca, comerciante de ceviches.
Esta intervención va más allá de una mejora en infraestructura: apuesta por revitalizar el comercio popular, visibilizar la identidad culinaria local y profesionalizar a quienes están al frente de los fogones. El nuevo rostro del mercado será también una herramienta para reactivar la economía, promover el turismo y reconstruir el tejido social desde uno de los espacios más representativos del norte de la ciudad.