Desde este 1 de julio, más de una docena de actividades barriales de comercio al por menor podrán acogerse a la reforma aprobada por el Concejo Municipal, que simplifica los procesos de regularización de edificaciones y locales de carácter barrial.
En sesión liderada por la vicealcaldesa Tatiana Coronel, el Concejo aprobó en segundo y definitivo debate la quinta reforma a la Ordenanza para la actualización catastral de edificaciones concluidas sin inspección final o con uso de suelo distinto al registrado. Con esta modificación, se amplía hasta el 30 de junio de 2026 el plazo para acogerse a la regularización.
La normativa reconoce el crecimiento urbano posterior a la pandemia e incorpora edificaciones residenciales o residenciales-comerciales construidas hasta el 3 de agosto de 2022, siempre que cuenten con un máximo de tres pisos y hasta 400 metros cuadrados de construcción.
Actividades como tiendas de abarrotes, peluquerías, papelerías, cyber, panaderías, farmacias, cafeterías, fuentes de soda, heladerías, pañaleras, zapaterías, boutiques, sastrerías, ferreterías, ópticas, perfumerías, florerías, lavanderías, entre otras, podrán regularizarse bajo esta normativa. Quedan excluidos giros como casas de cita, moteles, billares, bares, discotecas, recicladoras, patios de contenedores, canteras, minas de explotación y actividades similares a las de los mercados públicos.
Asimismo, se permitirá la regularización de establecimientos que no cumplan con frente y área mínima, siempre que estén en funcionamiento desde 2020.
La concejala Emily Vera, proponente de la reforma, resaltó la importancia de este proceso para la ciudad. “Nos han ingresado más de 53.000 trámites y hemos atendido más de 45.000, eso da fe del trabajo importantísimo que hacemos desde la administración para tener un catastro municipal actualizado”, enfatizó.