Lo que antes era una gestión dispersa y limitada, hoy es una red de participación ciudadana activa que transforma barrios enteros. En solo dos años, más de 400 sectores de Guayaquil se han organizado formalmente en Consejos Barriales, una figura que les ha permitido acceder directamente a servicios municipales como ferias, atención médica, capacitaciones, seguridad comunitaria y obras de recuperación urbana.
Hasta la fecha, se han conformado 435 Consejos Barriales, mientras otros 30 se encuentran en proceso de aprobación. El ritmo de crecimiento es claro: en promedio, se crean 18 nuevos consejos cada semana. La estrategia, liderada por la Dirección de Vinculación con la Comunidad, fortalece la participación ciudadana y promueve un trabajo conjunto entre vecinos y autoridades.
Uno de estos casos es el Consejo Barrial ‘FAE Renace’, integrado por 140 personas. “Nosotros hicimos el requerimiento mediante el portal web y fue aprobado… Se nos presentó la posibilidad del EAS (Estación de Acción Segura) y lo recaudado para este tema del cierre (con portones) lo usamos para equipamiento”, explicó su presidente Piero Rivas.
En esta ciudadela, el Municipio también intervino en áreas verdes y espacios públicos. “Gracias al Municipio ya contamos con las camionetas (de SEGURA EP) dando vueltas por la ciudadela y eso nos ha llenado de satisfacción”, señaló Mónica Coronel, vicepresidenta del consejo.
En el barrio Centenario, la comunidad no solo conformó su Consejo Barrial con el respaldo de 72 vecinos, sino que también impulsó la creación de un Consejo de Paz, con asesoría técnica de la Gerencia de Reconstrucción del Tejido Social de SEGURA EP. “Estoy muy agradecido con Aquiles Alvarez, porque él nos ha brindado apertura para diferentes áreas del Municipio (…). La meta de nuestra comunidad es que se nos instale una EAS. Si lo tiene Urdesa, lo tiene la Kennedy, pronto lo tendremos nosotros en el barrio Centenario”, destacó José Gómez, vicepresidente del consejo.
Los Consejos Barriales son una apuesta del Municipio de Guayaquil por una gestión participativa, cercana y efectiva. Son el puente entre las necesidades reales de los ciudadanos y la acción pública, demostrando que cuando la comunidad se organiza y el gobierno local responde, el cambio es inmediato y tangible.