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Músicos de 10 países y 7 provincias enriquecen con su arte la Orquesta Filarmónica y la Banda Municipal

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La música borra fronteras y Guayaquil lo demuestra cada día. En esta ciudad que late con fuerza, artistas de distintos lugares encuentran un escenario para transformar vidas, entrelazar culturas y llenar de notas cada rincón.

 

La Orquesta Filarmónica y la Banda Municipal son prueba viva de ello: reúnen a 100 músicos, entre locales y foráneos. Veinte llegaron de provincias como Manabí, Chimborazo, Cotopaxi o Azuay; otros 23 cruzaron océanos desde Cuba, Bielorrusia, Rusia o Ucrania para sumar su talento a la sinfonía de una ciudad que no se detiene.

 

Hospitales, parques, plazas, colegios y mercados se convierten en salas de concierto improvisadas donde estos artistas llevan esperanza y alegría, reconstruyendo lazos en cada presentación.

 

“Audicioné y gracias a Dios se me abrieron las puertas en Guayaquil. Por el trabajo que pude conseguir aquí, me compré mi casa y pude traer a mi esposa y mis hijas”, señaló Alex Sani Burgos, trompetista oriundo de Chone, quién recordó cómo un desfile en Paján, en 2016, lo inspiró a mudarse.

 

Para Félix Shucad Paucar, clarinetista riobambeño, cada nota es un puente con la comunidad. “Gracias al arte y a la música que hacemos contribuimos a alegrar la vida de las personas. Es una emoción bien grande, me llena de felicidad y satisfacción participar en las mil presentaciones que tuvo la banda. Es algo que jamás en mi vida me había pasado”, acotó.

 

Hace siete años la violinista mexicana, María Trejo Martínez, llegó a estudiar una maestría y hoy combina la docencia con la Orquesta Filarmónica Municipal. Su apuesta es clara: “Ha sido una experiencia muy grata y enriquecedora como músico. Darles la oportunidad a músicos locales para mostrar su trabajo y llegar a espacios que no se había llegado antes es algo que impacta positivamente a la sociedad”.

 

Así, cada acorde deja huella en Guayaquil, una ciudad que avanza y abre sus puertas para que la música, sin pasaporte ni fronteras, siga transformando historias.

 

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